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6 de Mayo de 2020 «Soy muy testaruda, y esto siempre me ha ayudado. Pero mi forma de ser tiene un alto coste en lo referente a mi vida privada. Mi personalidad me reporta muchas consecuencias, no siempre agradables». Esta es una de las confesiones que Tamara Lunger, la gran alpinista italiana, hace en las páginas de este libro, en el que nos revela todos los detalles de su expedición invernal al Nanga Parbat junto a Simone Moro.
Tamara Lunger (Bolzano, Italia, 1986) quería escalar ochomiles. Animada por una increíble fuerza interior, logro las cimas del Lhotse (8516 m) en 2010 y el K2 (8611m) en 2014. En 2016 le ocurrió algo increíble: el gran Simone Moro le propone ascender juntos el Nanga Parbat invernal, una empresa extraordinaria que exigía no solo fuerza y resistencia física; también control, valor, sacrificio y compenetración. A la cumbre llegó Simone Moro junto con Alex Txikon y Ali Sadpara. Tamara Lunger decidió parar y retroceder a solo unos metros de la cima. Se encontraba mal y continuar habría puesto en peligro la vida de todos sus compañeros.
La expedición al Nanga invernal actúa en MI felicidad en la zona de la muerte como un hilo conductor, que nos va conduciendo por los “entresijos” de su vida. Profundiza en la expedición y sus rutinas, así como en los conflictos del campo base con otros alpinistas o en su relación con Simone Moro: su admiración y lo bien que la conoce es lo que la hace sentirse muy cómoda a su lado y genera una amistad basada en el respeto y la generosidad.
Tamara vive el alpinismo como una oportunidad para poder mejorar constantemente, y sentirse en armonía con el cosmos. Para ella, el desafío en la montaña tiene de hecho algo de espiritualidad, le ayuda a sentirse más ella misma. Y le regala felicidad. Leer estas páginas, que son a veces aventureras y a veces reflexivas, es como recibir una inyección de energía pura.