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10 de Marzo de 2016 Apolo Esperanza se enfrentó a ocho carreras en ocho ambientes del planeta, desde el Ártico hasta la sabana pasando por el desierto o el bosque lluvioso. En cada una puso a prueba una habilidad que es útil fuera y dentro del deporte. Lo cuenta en el libro 8 habilidades para afrontar 8 maratones.
El corredor Apolo Esperanza tenía claro que quería hacer un proyecto que consistiese en poner en práctica ocho habilidades en ocho puntos diferentes del planeta. Lo cuenta en el libro 8 habilidades para afrontar 8 maratones. Como geógrafo buscaba la oportunidad de aprender y enriquecerse a sí mismo; como deportista tenía por delante el reto de conocerse, superar sus miedos, sus límites y desarrollar habilidades positivas que poder aplicar dentro y fuera del deporte. Repasamos con él cada una de esas pruebas y las lecciones aprendidas:
- Maratón de Valencia. Trabajo en equipo:
“Correr me parecía un deporte individualista y no sabía que existía un trabajo en equipo sin el cual no hubiese conseguido mi objetivo. Me habría resultado imposible llegar a la meta en 2 hora 59 segundos sin haberme beneficiado de correr arropado en el grupo, dosificando las fuerzas justas y a una velocidad constante siempre”. - Maratón de Nueva York. Liderazgo:
“Venía de un aprueba como la de Valencia, en la que todo era fácil y conocido. Me encontraba en una nueva con un circuito muy sinuoso, marcado en millas. Todo era distinto para mí. Para liderar estas situaciones tuve que aprender a liderarme a mí mismo y hacer un entrenamiento muy específico para esta prueba”. - Maratón del Mar Muerto, (Jordania). Planificación:
“Este libro habla de habilidades con éxito y otras sin éxito y, en este caso, fracasé. Si no planificas las cosas lo que haces es planificar tu propio fracaso”. - Wanwanui Nueva Zelanda. Gestión de la adversidad:
“Me asomo y llueve con ganas. Empiezo a calentar con cortavientos y capucha, para no enfriarme, pues el agua está fría a esas horas. La mayoría de corredores están bajo cubierto, miro sus caras y en ellos percibo duda y canguelo ante la inclemencia meteorológica, voy a intentar convertir esta adversidad en oportunidad, en beneficio”. - Maratón Polar (Groenlandia). Estrategia:
“El maratón es una prueba muy física. He corrido por asfalto y montaña y esta última te exige mucho subiendo, sin embargo bajando te permite relajarte un poco. También es menos lesiva, el impacto es inferior al asfalto. Aunque una maratón es una prueba muy dura y muy física, precisamente por eso te da un retorno mu bueno”. - Maratón Kilimanjaro (Tanzania). Inspiración:
“En el maratón del Kilimanjaro fui a buscar inspiración. Para mí África es el corazón de todo, donde los primeros homínidos empiezan a colonizar el planeta. También es el continente de donde proceden los primeros y mejores corredores del mundo. En cualquier proyecto busco siempre la inspiración, que es la gasolina; luego la motivación, que es el motor, y luego la determinación, que son las ruedas que me llevan a conseguir mi objetivo”. - Maratón de San Petersburgo (Rusia). Motivación:
"En el maratón de San Petersburgo no estaba motivado y resultó un fiasco. En los maratones te llevan las piernas hasta el kilómetros treinta; a partir de ahí lo que tira es la mente. Yo había planificado bien pero me faltaba lo más importante, que era la motivación, y eso me impidió alcanzar mi objetivo en una prueba que, a priori, era sencilla". - Inca Trail Marathon (Perú). Determinación:
“Esa prueba me enseñó que las cosas son difíciles de conseguir. Había trabajado de forma muy disciplinada y conseguí vencer la carrera pero lo que aprendí de verdad fue que, a pesar de que había ganado la prueba ese día, en realidad me había hecho con la victoria dos meses antes, cada día que me levantaba pronto para entrenar”.
