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Esquiar en la montaña con Manuel López Sarrión
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7 de Enero de 2011

Esquiar en la montaña con Manuel López Sarrión

Ana Fernández Soto

Manuel López Sarrión acaba de reeditar su manual clásico Teoría y práctica del esquí de montaña. Estudioso de la naturaleza, especializado en montaña y, por supuesto, en esquí de travesía, hablamos con él para que nos desvele todas las claves de este deporte.

Después de estos años… ¿qué ha motivado una nueva edición?
Casi nada ocurre por una sola causa. En nuestro caso coinciden el agotamiento de los ejemplares de la primera edición y la necesidad de incorporar los últimos avances técnicos y la supresión de aquellos aspectos que con el tiempo se han vuelto menos necesarios e incluso obsoletos.

¿Qué novedades incorpora el manual?
En líneas generales es más vistoso, manejable y funcional, gracias entre otras razones al color, que vuelve las ilustraciones más atractivas y didácticas. En cuanto a las técnicas de descenso se ha añadido la del esquí carving, que llegó para quedarse. Aunque en esquí de montaña su aplicación siempre estará limitada porque la nieve no suele permitir que la tabla gire “sola”. Hemos reforzado también las técnicas de ascenso y avance, especialmente en el aspecto gráfico.

¿A qué tipo de público va dirigido: principiantes o avanzados?
El anterior manual era un tratado muy completo que iba desde los consejos básicos para quien va a una tienda de alquiler de esquís por primera vez hasta la explicación de matices sutiles que solo algunos expertos se molestan en explorar. En la actual edición hemos acotado los extremos: empezamos por la cuña, por lo que un principiante tiene mucho que sacarle al manual. También es útil para los avanzados y/o expertos, pero la aptitud difiere pues lo usarían más bien como herramienta de consulta. Yo mismo lo utilizo así, y también otros manuales y fuentes de información, porque el día que pienses que ya lo sabes todo, habrás dejado de aprender.

¿Cómo se aúna la teoría y la práctica en un manual? ¿De qué elementos se dispone para informar mejor sobre esto último?
La teoría es imprescindible para comprender, pero las ideas que no se llevan a la práctica sirven de muy poco y mueren en el olvido, por muy brillantes que sean. Imaginemos que a un lector le surgen dudas sobre cómo ejecutar una determinada técnica; si gracias a la teoría tiene los conceptos muy claros, esas dudas se disiparán mucho antes.
En la primera edición la parte teórica tenía mucho más peso que en la nueva. Entre una y otra ha transcurrido media generación. Ahora la gente está mucho más formada y familiarizada con conceptos físicos que han pasado de ser tecnicismos a expresiones de uso cotidiano. Por eso los hemos obviado para centrarnos en el cómo más que en el por qué.
Las técnicas se explican de un modo minucioso tanto mediante textos como con ilustraciones. Pero, ni nuestro esfuerzo en facilitar las explicaciones, ni el del lector en comprenderlas, servirán de mucho si no se practican sobre la nieve, pues allí es donde el esquiador capta en qué momento y con qué intensidad debe aplicar cada gesto.

¿Cómo está organizada la información?
La hemos dividido en capítulos que van desde la meteorología hasta la preparación física, tratando de incluir todos los conocimientos de interés, tanto de montañismo como de esquí. Los primeros de una manera básica y los segundos con la suficiente profundidad, como corresponde a un manual específico. Además de un detallado índice de contenido y de un glosario, incluimos un índice de términos para facilitar el acceso aleatorio a la información, pues es muy frustrante querer consultar un concepto y no recordar en qué páginas aparecía. Hemos procurado que las ilustraciones coincidan con los textos explicativos. En resumen, tratamos de ahorrarle al lector la tediosa manipulación de hojas.

¿Qué consejos le darías a un no iniciado? ¿y a un experto?
A ambos que no salgan con mal tiempo y que se fíen más de lo que vean y sientan que de lo que les digan los demás, incluido yo. Al principiante le recomendaría apuntarse a un cursillo, no solo por lo que va a aprender, sino porque va a conocer a gente con la que después podrá salir a la montaña.
Al experto seguramente tengo poco que aconsejarle, pero me parece valioso hacerse filmar esquiando para poder autocorregirse después observando la película.

Tu experiencia como esquiador de montaña es…
Desde un punto de vista profesional apenas me he prodigado, me movido más por altruismo. Los alumnos que he tenido en los cursillos, o eran amigos o estaban a punto de serlo, por lo que cobrar por darles clases no encajaba en mi manera de ver el esquí de montaña. Aún así me parece encomiable la labor de los guías y monitores profesionales, pues están fomentando y manteniendo la práctica del esquí de montaña, actividad cuya sostenibilidad medioambiental es indiscutible. También me dediqué durante unos años a la competición, corriendo u organizando, lo que tocara, aunque solo obtuve algún trofeo regional y algo más importante: una mejora física muy favorable para la práctica no competitiva.
En cuanto a los libros, además del que nos ocupa, escribí el de Esquí de montaña en el Pirineo aragonés. Recuerdo que el año que me lo encargasteis no nevó, por lo que tuve que completar contrarreloj y en solitario buena parte de las rutas.

Tu zona preferida para esquiar por montaña es…
Sin ninguna duda los Alpes, lo tienen todo: nieve, desnivel, belleza… Muchas estaciones de esquí, las más grandes del mundo, y sin embargo han respetado la mayor parte del territorio, al contrario de lo que ocurre en nuestro país. Cuentan también con una extensa red de refugios para acometer travesías por etapas. Pero quizá destacaría la mentalidad; allí saben hacer las cosas: a la hora de comer la actividad ya está finalizada o encaminada.

Como indica el subtítulo… ¿cómo llegar a dominar todas las nieves y pendientes?
Se puede dominar cualquier situación en la que el apoyo otorgado por el esquí permita detenerse. Esto no siempre se tiene en las pendientes más inclinadas o con la nieve demasiado dura; ahí solo se puede aspirar a dirigir la deriva hacia zonas más favorables.
En las pendientes extremas pero con apoyo suficiente, si se produce la caída se pierde el control, por lo que hay que centrarse en no cometer errores; aquí lo que cuenta es la sangre fría.
Las nieves más difíciles se pueden dominar siempre si se elige la técnica adecuada. Habrá ocasiones en que solo podamos usar pasos divergentes o vueltas María y el esquí no será vistoso, pero resolveremos rápidamente la papeleta mientras que otros más puristas no harán más que caerse.
La nieve no siempre da la respuesta esperada, por lo que hay que mantener la atención y esquiar preparado para cualquier sorpresa. La experiencia es insustituible, te aporta esa intuición que te avisa de que ese cambio de textura que ves unos metros por delante de ti va a modificar el apoyo del esquí. Cuando dominas terminas por esquiar más con la cabeza que con los pies.

¿Por qué recomiendas el libro?
Porque es una herramienta útil, aunque no la única, para cumplir un objetivo: disfrutar del esquí de montaña.

¿Puedes hacer un resumen rápido para futuros lectores?
Comenzamos por el capítulo de meteorología, cuya finalidad es explicar cómo nos afecta el tiempo tanto en la actividad como en el estado de la nieve. Continuamos con la descripción de la misma, sus transformaciones y la manera de luchar preventivamente contra la amenaza de los aludes. Dedicamos una atención preferente al material tanto de montañismo como específico de esquí. Pero el plato fuerte lo constituyen las técnicas de descenso, pues hemos de enfrentarnos no a la nieve fácil, preparada y aburrida de las estaciones, sino a la muy variada y cambiante de la montaña. Y por supuesto, las técnicas de ascenso, porque en este deporte subimos mediante nuestro esfuerzo físico que, por cierto, podemos mejorar mediante los métodos de entrenamiento. Y para cuando no podamos coronar una cima con los esquís puestos, tenemos las nociones básicas de la técnica alpina invernal. No siempre sale todo a pedir de boca, por lo que hemos de saber algo de primeros auxilios y evacuación de heridos.