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Tres refugieros hablando de 'La montaña interior' en la Librería Desnivel
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9 de Junio de 2016

Tres refugieros hablando de 'La montaña interior' en la Librería Desnivel

Desnivel

Enric Lucas, Joan Martí y Luis Chacón, en una velada para charlar de la novela, la montaña y la vida. Fue un verdadero lujo, de esos que te calan tanto que te dejan disfrutarlos mucho tiempo.

Tienen en común que los tres han sido guardas de diferentes refugios en Cataluña (Enric en la Colomina, Joan en Pedraforca y Luis en Montserrat). Que han vivido los años setenta y ochenta de manera rompedora entre montañas y naturaleza, que experimentan la montaña interior cada uno a su manera pero con la conciencia clara de que hay que perseguir aquello que deseas, «perseguir tus sueños más elevados», dijo ayer Enric. Quizá, puestos a etiquetar, Enric sería el más místico, Luis el intelectual y Joan el vividor. Pero los tres tienen un poco de todo eso y un tanto de mucho más.

Empezaron con el libro que veníamos a celebrar, La montaña interior, escrito por Luis Chacón y finalista del Premio Desnivel de Literatura 2015. Con esa portada que, según su autor, es un perfecto juego de contrarios (interior, exterior), de lo fronterizo, de la exploración: «porque la montaña interior habla de esa experiencia íntima de las aventuras extremas en las que cambiamos, crecemos y aprendemos», comenzó Luis, a lo que Enric Lucas, alpinista mítico que escalara la sur del Annapurna con Nil Bohigas en el 84 sin medios, sin porteadores, solos ellos y sus novias en el campamento base… aún hoy una ruta sin repetir, añadió que el libro le había gustado mucho porque la montaña interior para él es un estado del espíritu más que un momento de la vida relacionado con una actividad.

«Me he aburrido de casi todo lo que he hecho cuando he vivido la experiencia que necesitaba con esa actividad, cuando he aprendido lo que tenía que aprender, he decido cambiar, me siento muy identificado con casi todas las ideas del libro porque tiene una filosofía muy concreta que se ve de manera sutil pero también de manera más obvia. Habla de algo que descubrí hace tiempo, que la montaña más alta no es el Everest ni la pared más difícil la del Annapurna. La más difícil es uno mismo. Ahora es este mi objetivo principal en la vida y estoy en medio de esta ascensión, donde he sido yo quien ha creado las grietas. Esa es ahora mi montaña interior», decía Enric.

Joan Martí, con su humor de hombre de mundo nos habla de la primera vez que se encontró con el escritor. «La primera vez que te vi ... En el setenta y algo venias con un mochilón lleno de libros, y te quedaste con el refugio de santa Cecilia en Montserrat, allí tenías un piano y tu mochilón de libros, llevas toda la vida estudiando así que esta novela es muy poco para todo lo que has leído, que se preparen que seguro que vienen más».

Luis Chacón estaba totalmente agradecido de tener a su lado, apoyándole, a estos dos grandes amigos y grandes personas a las que admira muchísimo. Así que nos explicó el por qué de su presencia, una calurosa tarde de junio en esta librería antigua y acogedora.

«Le pedí a Enric que me acompañara en la presentación porque es un gran amigo y porque comparte en gran medida mis ideas, especialmente esa idea de la montaña interior. Y también porque, en cierto modo, este libro es la continuación, o la puesta en escena social, de las ideas que ya estaban plantadas en el documental Saraghrar. Y Enric, como decía, es la persona con la que más he compartido aquellas ideas (hace años me sorprendió recitando de memoria algún pasaje del documental): Joan es de las personas que más me ha enseñado acerca de la montaña y pasamos muchas horas de moviola debatiendo sobre aquella montaña interior cuando estábamos haciendo el documental, también es un grandísimo amigo».

Y es que aquella expedición al Saraghar fue el nexo entre estos tres grandes pensadores, aunque Luis no hizo el viaje luego realizó y guionizó un documental que según Enric «era impresionante como podía haber captado la filosofía de esa viaje sin haber ido, pero es natural porque con Luis he escalado poco pero he vivido mucho». Ahí, en aquella expedición innovadora, precursora de la ascensión al Annapurna, estaba el germen de la historia que ha escrito Luis, «la experiencia interior de la montaña, los caminos de la montaña son también los caminos del espíritu, la montaña interior es la continuación del discurso que ya se reflejó en el documental Saraghar».

Pero claro, no solo se habló de libros, historias y filosofía, hubo mucho tiempo para compartir sobre todo el espíritu de un momento histórico del alpinismo y la escalada, un momento en el que con una furgo vieja y dos duros se cruzaba medio mundo para participar en la primera expedición al Himalaya en 1970, al Annapurna.

«No se habló mucho de ella, pero fue la primera catalana y española al Himalaya, lo que pasa es que íbamos sin permiso ni nada y claro, de los piratas no se habla», comentó Joan, «fuimos con una furgoneta de Barcelona al Annapurna. Paramos en Munich para comprarnos unas botas, la furgoneta se nos rompió 13 veces, pero llegamos a Katmandú. Luego cogimos 11 porteadores y para el campo base del Annapurna, pero hacía mucho viento, así que nos subimos otro pico de por allí».

Después se quedó, como él dice, un rato más, tres años en la India y se volvió a Barcelona caminando con veinticinco dólares. La suya fue una generación que preparaba las expediciones de un mes para otro, como la de Enric al Dhaulagiri: «fuimos en invierno porque era cuando podíamos tener el permiso», sin porteadores ni sherpas ni tiendas de campaña, haciendo un agujero en la nieve para vivir y subiendo hasta sietemil y pico metros…

Personajes que con cada anécdota y cada frase nos trasportan a un concepto de aventura diferente, que tiene mucho que ver con lo salvaje que llevamos dentro, con lo que intentamos trasformar en esas experiencias, con una ligereza y una manera de escalar que aún hoy resulta innovadora.

Un lujo hablar con estos tres grandes hombres, escucharles, vivirles un poco y así vivir un poco también de aquella “nueva ola” que, durante unas horas, refrescó la Librería Desnivel, con sonrisas y emociones.

Como dijo Enric «en el final del libro La montaña interior, el protagonista hace una reflexión sobre la muerte, y lo que dice es que no hay nada peor que ese aburrimiento que no te deja seguir tu deseo y que hace que estés muerto en vida», y diría que todos los presentes nos sentimos muy vivos, contagiados de su pasión, de sus deseos y sus experiencias.


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