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Rosa Agudo recibe el Premio Desnivel de Literatura 2014 por su novela Horologium
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28 de Noviembre de 2014

Rosa Agudo recibe el Premio Desnivel de Literatura 2014 por su novela Horologium

Pati Blasco

En la Librería Desnivel se presentó Horologium con la autora ganadora, Rosa Agudo, Chus Lago y Pati Blasco de maestras de ceremonias y diferentes autores de la editorial arropando el acto. Tres mujeres compartiendo ideas, sentimientos, confidencias en torno a la montaña, escalada, literatura... y la vida.

La sala empieza a llenarse de rostros conocidos, esos que inventan historias, que escriben guías, dibujan mapas y recorren caminos con nosotros y a los que tan agradecidos estamos.

Para arrancar se ve el vídeo que desde hace unos años ilustra lo que para nosotros es el Premio Desnivel. Se hace largo ya el vídeo, porque ya son 15 libros. Pero las frases siguen resumiendo el espíritu que nos movió a emprender…

«Por si alguien sabe cómo…
Por si la magia existe…
Por si acaso…
Por si los sueños vuelan…
Por si el viento los recoge en alguna cima.
Hace 16 años decidimos soñar con palabras y montañas
Y recoger vuestros deseos en este premio literario»

El último deseo recogido llegó volando como todos, como llegan las cosas importantes. Este año lo tuvimos especialmente difícil porque aunque apenas se habían presentado 50 manuscritos (frente a otras ediciones que hay ciento y pico) había mucha calidad entre los cuatro finalistas: La luz de las rocas, Insularidad, El lobo de las nieves y Horologium… Es la primera vez que Desnivel va a publicar los cuatro finalistas dado que eran lecturas imprescindibles.

Se trataban de libros muy distintos en la temática y en la manera de narrar, pero después de casi cinco horas de reunión nos dimos cuenta de que Horologium reunía muchas de las cosas que nos gustaban de los otros tres: el misterio y ritmo trepidante de El lobo de las nieves, la deliciosa manera de escribir de La luz de las rocas, el intimismo y reflexión de Insularidad, además de escalada y aventura.

Y ahí estábamos intentando hablar del ganador, de Horologium, pero sin desvelar los múltiples misterios que entraña la novela. Tarea difícil, que Chus Lago manejó a la perfección realzando el ritmo del libro que te atrapa y no decae, «la capacidad de recrear escenas tan reales que en ocasiones te sientes un voyeur».

Fue un diálogo muy interesante en el que Rosa abrió pequeñas puertas que nos ayudan a entender mejor su proceso de escritura y a responder ciertas preguntas. El jurado constantemente dudábamos de si el manuscrito había sido escrito por un hombre o una mujer, ya que se presentó bajo el pseudónimo de Amalur. Al ser una narración escrita desde el punto de vista de Álex y de Jimena y al estar los papeles muy bien definidos nos resultaba complicado entrever quién estaba detrás de esa historia que nos cautivaba a todos.

Y detrás había una mujer de 36 años, bióloga, madre hace tres meses, que tardó seis años en terminar Horologium ya que lo combinaba con la escritura de su tesis. Una mujer que sueña con escribir en una casita en el monte mientras ve las paredes desde la ventana y su hija corretea alrededor… «Me resultó muy fácil y gratificante escribir la novela ya que me parece mucho más difícil escribir ciencia, pero no le podía dedicar mucho tiempo y lo iba haciendo a ratitos» También nos desveló que uno de los primeros lectores fue su compañero de trabajo Miguel Delibes de Castro (hijo de Miguel Delibes) quien le dio claves que según la autora mejoraron muchísimo la novela. «Después de hablar con él me hizo un clic la cabeza y la leí desde otra mirada, quizá lo principal que me trasmitió es que para la intensidad que yo quería conseguir necesitaba un lenguaje directo y limpio, sin redundancias. Me puse a leer y a quitar todo lo que sobraba».

En medio de estas divagaciones literarias Chus ameniza la jornada contándonos experiencias muy duras y también muy divertidas de su travesía en solitario por la Antártida. Porque la novela también habla de soledad, de escalada en solitario, de huir del mundo para intentar superar la culpa que nos acosa y no nos deja mirar hacía delante.

En una sociedad en la que se buscan certezas, me gusta la capacidad que hay en esta novela para jugar con la incertidumbre, capacidad que también ayer flotó en el aire de esa librería que como bien dice el escritor Edu Sallent «huele a papel aterciopelado y a montañas de otoño».

En su huida el protagonista de Horologium se lleva trece libros y dos pares de pies de gato… a mi entender una buena declaración de intenciones y Chus nos habla de cómo a veces utilizamos la montaña para huir de los problemas, de la realidad, de la rutina y recuerda lo que le dijo un buen amigo «La montaña no es lugar para huir es lugar para encontrar».

Y en este otoño madrileño nos encontramos con autores de la Editorial a compartir literatura y vivencias delante de un vino: Enrique Ribas, José Antonio Ortega, César Pérez de Tudela, Antonio Picazo, Juanjo Alonso, Joaquín Colorado, Pepe Martínez, José Manuel Velazquez-Gaztelu, Sebastian Álvaro, Pedro Nicolás…

Y recibimos este viaje vital que es Horologium, lleno de amor, de escalada, de redención y aprendizajes que nos ayuda a hacer nuestro propio viaje como le sucede al protagonista de la novela «Descubrió que cuanto más sufría el desamor de Florentino más se alejaba de su propio sufrimiento. La sensación de poder dejar al margen mediante la lectura sus propios miedos le gustó… »

Porque nosotros siempre hemos creído en esa literatura que te trasforma. Y como dice el video de presentación del premio:

«Seguimos esperando cada año, vuestras novelas, vuestras historias, vuestros viajes, vuestras fantasías literarias…
Porque las palabras y las montañas a veces se entrelazan.
Porque los sueños en ocasiones se hacen realidad»

Bienvenida, Horologium