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15 de Mayo de 2010
José Luis Rubayo, una selección metro a metro
Redacción Desnivel
Entre miles de rutas hay que quedarse con las 100 mejores. No sólo eso, va a ser necesario repetir cada ruta seleccionada, exprimir largo a largo, metro a metro, la información actualizada y llevarla al papel, confeccionar un nuevo croquis y darle después forma de libro. José Luis Rubayo, coautor de 100 clásicas de España, nos desvela algunos detalles de su trabajo.
¿Cómo surge el proyecto de hacer una selección de 100 clásicas españolas?
Llevo muchos años colaborando con el GAME y organizando algunas reuniones, como la de de roca que se hace en otoño. Joan Quintana propuso publicar una selección de clásicas españolas, algo parecido a la guía 233 escaladas de dificultad en Alpes, de Jordi Lluch y Ramón Samarra, editadas por Desnivel pero confeccionada por el GAME y la FEDME. Me apunté a la idea porque me pareció muy buena y yo conocía muchas clásicas, pero faltaba alguien que hiciera los croquis, colaborara con el trabajo y le diera otra visión, además de la mía. Se lo propuse a Alfredo Merino, amigo desde los 20 años, un dibujante excepcional, buen escalador y además periodista, y dijo: "Adelante con la idea".
¿Cuánto habéis tardado?
En hacer las vías, las descripciones y los croquis, dos años. Después el libro se retrasó. En ese tiempo hay vías que se han reequipado, como la Pere Camins de Roca Regina, o la Zaratrusta de Gallinero. Así que hemos eliminado toda la información sobre el equipamiento de cada largo, que fue un trabajo de chinos. Incluso alguna vía se ha prohibido, como la del Rincón de Bonanza. También han cambiado accesos, como en El Chorro. Por unas cosas o por otras, llevamos varios años con este trabajo.
Entonces, ¿habéis hecho todas las rutas que se reseñan?
Una vez hecha la selección nos comprometimos a hacer todas las vías para dar una información actualizada, aunque yo ya había escalado el 85/90% de las escogidas. Alfredo, por motivos profesionales, empezó a fallar y "engañé" a compañeros y amigos, especialmente a José Luis Consuegra. Repetí muchas vías, y algunas las escalé por primera vez, para marcar todo, largo a largo, anotando el equipamiento de cada tirada, sobre el terreno, por si había cambiado algo.
¿Criterio para escoger unas y descartar otras?
La selección no fue nada fácil, ten en cuenta que en España hay más de 20.000 vías. Intentamos seguir unos parámetros: vías clásicas, vías largas, que tengan historia y que en la actualidad se hagan con asiduidad. Pero también escoger otras menos conocidas que sirvan de reclamo para que la gente se anime a visitar macizos que no conoce. En la selección llegamos a un consenso, incluso llamábamos a amigos de diferentes zonas –Lluís Giner de Cataluña, Ramón Canales de Asturias, Remi Bresco, Carlos Tudela...– y les decía: "Dime tus mejores vías de la zona". Luego comparábamos los listados y las vías que se repetían varias veces no se discutían. Hemos ido a hacer vías que no sabíamos que existían y eran muy buenas, y al revés, nos hemos plantado debajo de algunas y hemos dicho: "Pero ¿qué castaña es ésta!". Vías muy peligrosas y expuestas no hemos incluido.
¿Qué es lo más complicado de este trabajo? ¿Quizás homogeneizar las graduaciones?
Hemos intentado no empañarnos por las graduaciones duras de los locales. Hemos unificado todos los croquis con una graduación que, aunque subjetiva como todas, al menos es uniforme. También se ha intentado corregir algunos "vicios" en los croquis, como marcar solo un grado en cada largo: largo de V o largo de 6b. A mí no me gusta, porque lo mismo es un largo de V super mantenido que llegas hecho polvo a la reunión, o al contrario, un largo de 6b, que solo tiene un pasito y luego todo IV. Ejemplo, la Galletas del Fire: la marcan de 6b cuando solo tiene dos pasos de 6b y el resto V "pelao".
¿Cómo era un día de trabajo?
Yo llegaba a casa con un croquis hecho durante la salida y la información metida en una grabadora. Alfredo se encargaba más de los croquis y de las introducciones, aunque yo también he realizado algunas. El trabajo bonito es de Alfredo, todo los croquis son suyos, que yo para pintar no soy capaz de hacer ni "un 6 y un 4 la cara de tu retrato".
Revisando vías que hiciste hace décadas y escalándolas de nuevo, ¿qué percepción te queda sobre cómo han cambiado las líneas?
Quitando vías extremas de mucho compromiso o artificial puro, como un Mirall impenetrable y cosas así, el añadir algún parabolt a mí no me preocupa, siempre que no sea excesivo. El que quiera escalar como escalaban los antiguos, que no lo chape. Yo empecé a escalar atándome al pecho y con bota rígida, pero eso ya no tiene sentido hoy. Sí que hay sitios donde las vías se han metido con calzador, o vías absurdas que se cruzan, como n Terradets. A mí me gusta la escalada clásica porque se sigue una línea lógica: la Rabadá del Naranjo, la Rabadá del Fire, vías excepcionales que siguen una lógica y si tú tienes una mentalidad lógica son fáciles de seguir. En esas vías nunca me he perdido, ni siquiera en la parte inferior de la Franco-española del Tozal.
¿Cuál crees que tiene que ser el papel de la Federación Española para preservar este "patrimonio"?
Es muy limitado. Podemos hacer divulgación, pero no mucho más. La Federación no tiene capacidad coercitiva; puede aconsejar, proponer, pero no obligar.
Este año la FEDME estrena su circuito de rallyes en pared; creo que ha sido una propuesta tuya.
En realidad los inventores son Roy de Valera y Miguel Cebrián, que empezaron a hacerlo en el Peñón de Ifach. Yo participé en la segunda prueba con Carlos Tudela y la idea me pareció extraordinaria. No ya tanto por lo que es en sí la competición, sino por la fiesta de escalada, ambiente, camaradería, cada cordada juega su liga. Expuse en la Federación la idea de hacer una Copa de España y, aunque eran un poco reticentes porque en la UIAA no son partidarios de hacer competiciones en el medio natural, aceptaron. Hicimos una prueba piloto en Riglos y quedó muy bien. Ganaron Manu Córdova y Dani Fuertes, con cinco viseras y media, que ya nos parecía una pasada, y este año los ganadores, Arkaitz Yurrita y Mikel Ajuria, han hecho ¡seis viseras! En mayo haremos las dos siguientes pruebas: en Terradets y, la última, en Calpe.