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¿Cargadores portátiles en tus actividades?
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17 de Febrero de 2016

¿Cargadores portátiles en tus actividades?

Librería Desnivel

Lo reconocemos. Somos adictos a la tecnología. Cada vez cuesta más despegarse de los aparatos electrónicos, incluso en lo más profundo de las montañas. ¿No quieres quedarte sin batería nunca? Echa un vistazo a este artículo sobre los tipos de cargadores portátiles que tenemos: solares y termoeléctricos.

No son imprescindibles, eso está bastante claro. Pero en determinadas situaciones puede venir bien no quedarse sin batería en nuestros equipos electrónicos sin tener que estar pendientes de engancharnos a la red. Una llamada de emergencia, un responsable de un grupo que no puede quedarse sin batería en el teléfono, un fotógrafo o un cámara que necesita recargar contínuamente sus equipos, un excursionista que no quiere prescinidir de usar su GPS en una travesía larga o un viajero que necesita consultar información online o actualizar su blog son algunos buenos ejemplos que justifican la compra de los cargadores portátiles.

 

Cargadores solares

Son paneles solares fotovoltáicos acompañados de una batería (que puede ser interna o venir a parte). Ligeros, compactos, versátiles. Su precio va desde los 50 hasta más de 200 euros. Una buena opción si te preocupa el peso y tienes la oportunidad de usarlos en sitios soleados. Lo ideal es colgarlos de la mochila, o la bicicleta mientras te mueves, o dejarlos al sol en el campamento y mientras tanto cargas la batería, con la que después cargarás tu teléfono, cámara, ordenador... Su punto débil es que son algo lentos y que dependes de la intensidad del sol. Sus puntos fuertes son el precio, el peso, que el sol es gratis y la versatilidad que te da utilizar la batería externa por sí sola.

Cargador solar Powermonkey extreme

 

 

Cargadores termoeléctricos

Su funcionamiento está basado en la generación de electricidad conseguida por diferencia de temperatura, de tal manera que si se calienta su base con cualquier tipo de llama y se refrigera la parte superior con agua o aire, se genera una corriente eléctrica aprovechable, variando la potencia de cada aparato según sus componentes, el tipo de llama y su intensidad. Tan sencillo como poner el aparato encima de un hornillo de gas, rellenar la parte de arriba con agua (o cualquier otro líquido, orina incluida) y conectar el aparato que deseas cargar o una batería auxiliar. Cuestan desde algo más de 100 euros en adelante. Sus puntos débiles son el peso, el precio y la dependencia de una llama. Sus puntos fuertes son su fiabilidad, facilidad de funcionamiento y mantenimiento cero.

Cargador termoeléctrico Lanyard+ (abierto, cerrado y en su funda de transporte)

 


Acumuladores

 

¿Cuánto valen?

 

¿Cuánto tarda en cargar por ejemplo, un teléfono móvil?

 

¿Vatio?¿Voltio?¿Amperio?¿Quécosa?