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3 de Noviembre de 2014 La expedición al Himalaya soñada por un grupo de amigos acabó en varias tragedias encadenadas que marcaron la vida de los componentes de la cordada. La historia real se publica bajo el título Mientras haya luz.
Mediados de los 90. Un grupo de amigos vuelve de escalar en Bolivia y el más veterano propone un nuevo plan en el Himalaya. "Iremos a una montaña que se llama Nanga Parbat", les explicó al resto, y todos contestaron algo así como "Ah, vale, ¿y por qué esa?". "Porque era la más barata y tenía menos días de aproximación al campo base. Así fue como empezó el viaje". Quién recuerda hoy es Edu Sallent (1971), que se embarcó, a sus veinticinco, en aquella aventura que no tendría final feliz.
El grupo de amigos partió en verano de 1997 sin saber que la expedición se les iba a enredar más de lo que imaginaban. De aquellos días difíciles nació Mientras haya luz, un libro que Ediciones Desnivel recupera en castellano después de que su versión en catalán haya conmovido a más de 10.000 lectores. El argumento dice así: la ascensión al Nanga Parbat, uno de los ochomiles más carismáticos del planeta, es la expedición soñada largo tiempo por cinco amigos. Sin embargo, esta montaña mágica y maravillosa muestra su cara asesina y se cobra la vida de uno de ellos.
"Pecamos de poca experiencia", explicaba Sallent en la presentación que acogió la Librería Desnivel. También recordaba los pasos equivocados que dieron el día que atacaron la cumbre: "Un compañero que no subió nos miraba desde el campo base y nos decía que íbamos muy tarde, que bajásemos, pero nosotros apagamos la radio para que no nos molestara más. Cierro los ojos y aún veo la cima: la parte blanca y el cielo. Estaba ahí, sabíamos que si bajábamos no tendríamos fuerzas para hacer otro ataque pero, en realidad, estaba muy lejos".
Quienes ya han leído el libro destacan la belleza de una historia de argumento trágico. "Es uno de los mejores libros de alpinismo escrito por españoles. Quizás haya otros más poéticos, pero este es uno de los que más me ha llegado, cuenta de verdad lo que es un ataque a una cima que se complica", reconoce Pedro Nicolás, alpinista y presidente de la sociedad Peñalara de Madrid.
"Yo lo pondría al lado de Cita con la cumbre, de Juanjo San Sebastián", alaba Sebastián Álvaro, creador de Al filo de lo imposible. "Lo que importa de esta historia no es la consecución de la meta, sino lo otro: las emociones y los sentimientos cuando la montaña se convierte en pura supervivencia".
Supervivencia, esfuerzos que continuaron cuando algunos protagonistas de esta historia ya estaban lejos del Nanga Parbat. "Llegué a España colapsado, tenía la sensación de que iba a reventar, necesitaba contarle a alguien toda la aventura y sabía que nadie me iba a escuchar durante tanto rato", cuenta Sallent. Ocho revisiones después llega a las librerías la sustancia refinada de esos sentimientos, un libro que su autor aún no quiere leer. "Para mí fue como sacar todo lo que me hacía daño por dentro. Lo puse en los papeles y se quedó ahí".
Edu Sallent nació en Els Hostalets de Balenyà (Barcelona) en 1971. A los dieciséis años realizó sus primeras escaladas y ascensiones en el Pirineo y en Montserrat. Siguen los Alpes, los Andes y, finalmente, el Himalaya. Hoy vive en Cataluña y practica asiduamente el alpinismo, la escalada en roca y en hielo y el esquí de montaña. Es autor de Por ser tan blanca y El camí dels estels, ambos de Ediciones Desnivel.